Entrar en una vieja casa de
pueblo que hace muchos años que no se abre siempre es divertido.
Que sea la
casa de la abuela María coetánea y conocedora personal de mi abuela Abilia
en una época difícil y en el mismo pueblo... es algo emocionante. ¿Cuántas cosas
nos podrían haber contado de esos momentos difíciles en guerra?. Mi abuela hace
casi 80 años salió de este pequeño pueblo sin nada y ahora yo vuelvo dónde todo
empezó. Ella creó su propia familia en Francia y ahora una parte de esa familia
regresa a sus orígenes.
Casi era una necesidad el hacer esta pequeña
presentación y con esto un minúsculo homenaje… Aunque de lo que quiero hablar
es de lo que me encontré.
Dentro de la casa de la abuela
María había un montón de antiguos muebles, la mayoría llenos de carcoma y en un
deplorable estado, muebles años 40 y 50 muy complicados de restaurar y que
lamentablemente (creo) acabaran desapareciendo entre aquellas paredes. Pero
entre tantos, un maravilloso arcón de hace más de 100 años, una mesa estilo
años 50 abatible y unas cuantas sillas estilo Thonet fabricadas probablemente en
los años 40 (de la marca valenciana Mocholi).
Todo está ahora en Madrid esperando volver a regalarnos su utilidad.
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Estado en el que se encontró el viejo arcón |
De las sillas; unas 6 o 7, sólo 3
estaban en un estado suficientemente aceptable para poder ser restauradas,
quizás 4…ya veremos. El resto estaba completamente inservible y allí quedaron.
Curiosamente las que mejor estaban tenían toda la madera del armazón (posiblemente de haya) en
perfecto estado, sin carcoma y de una sola pieza, los asientos en cambio todos
estaban ya podridos e imposibles de recuperar.
Ha sido fácil y divertido: encontrar
una buena madera del grosor necesario y un poco de paciencia para cortar un
circulo lo más perfecto posible.
Desmonté en su totalidad la silla, aunque fui
incapaz de despegar las juntas de la abrazadera del asiento y fue necesario
cortar el círculo en dos partes para poder encajar el nuevo asiento.
Afortunadamente fue fácil y no han quedado marcas.
Lo asombroso ha sido que
sólo fue necesario el barniz en la madera nueva del asiento, el resto de la
silla, la madera original apenas ha necesitado una limpieza y un producto
reparador de ceras para que de inmediato regresara con todo su esplendor…
¡Increíble cómo fabricaban antes!
Aquí la tenéis ahora, en mi
tienda maSphere para servir de asiento a todos esos clientes con los que hablo
durante horas…a veces mi tienda parece más un viejo café de tertulias que una
brocante…me encanta!!
Gracias a todos/as.